|

Territorialidad digital: un campo de disputa política y cultural

Fotografía: Juan Montani
Debates, Noticias, Proyecto Ballena

Como parte del Encuentro Internacional organizado entre la agencia NODAL y Proyecto Ballena, se realizó en el Centro Cultural Kirchner un diálogo entre militantes, activistas y colectivos dedicados al periodismo y la comunicación, con la intención de compartir experiencias en torno a la necesaria reinvención de la comunicación y la política del campo popular en el continente.


Estamos viviendo una etapa histórica en la que Internet es el espacio donde se dan las mayores disputas simbólicas. TikTok, una de las aplicaciones más populares en Argentina, es a su vez la plataforma donde más se ha viralizado el discurso de Javier Milei. Frente a este panorama, se abren diversos interrogantes: ¿Cómo se dan las disputas políticas en la territorialidad digital? ¿Por qué se expanden allí las ultraderechas? ¿Cómo afecta este proceso a las democracias? ¿Qué estrategias tecnológicas podemos desarrollar desde América Latina? ¿Cómo trasladar la energía militante del campo popular al mundo virtual? Para empezar a responder estas preguntas, en el Encuentro Internacional Comunicación, Poder y Política en el siglo XXI Nodal y Proyecto Ballena convocaron a distintas voces de la comunicación y la militancia virtual a compartir experiencias que van desde el periodismo, las cuentas de memes y el mundo influencer hasta las campañas políticas.

“No hay soberanía si no hay soberanía tecnológica”, propuso como puntapié inicial María Fernanda Ruiz. Precisamente con el objetivo de poner en foco dicho planteo surgió la propuesta de articulación #Comunidadesmueve, un hashtag, una activación virtual que se propone comprender las militancias políticas comunicacionales como algo superior a un delivery de discursos, una posibilidad de trascender la lógica del retweet y tomar la palabra desde nuestros propios lugares de enunciación virtual. En palabras del periodista Javier “El Profe” Romero, la idea que mueve al proyecto es “articular de manera colectiva la comunicación para hacerla más potente para competir con las estrategias de los grandes medios”.

En la jornada se hicieron presentes las voces de las integrantes de LatFem, que proponen pensar un cambio narrativo para el periodismo feminista: dejar de construirse desde la subjetividad de las víctimas y convocar desde el enamoramiento, el deseo, la ilusión. Un activismo que logre alejarse del histórico tono de la solemnidad: “Hay que encontrar la manera de apelar a un periodismo feminista que ya no hable una lengua encriptada, y enunciar de una manera sexy la vida que queremos”, sostuvo Florencia Alcaraz. La clave está en multiplicar los símbolos y fortalecer las identidades: “No es lo mismo hablarnos entre nosotras que hablar pensando en ampliar nuestras audiencias y nuestros electores”, agregó Agustina Paz Frontera.

Piropos Peronistas es mucho más que una cuenta de memes, es una comunidad que hace reír a la gente y coger a los peronistas”, así lo explican sus administradores, los hermanos Esteban y Lucía Peiré, de Misiones. En La Cúpula del Kirchner sostuvieron una remera estampada con una foto de Sergio Massa editado sobre el cuerpo de Leo Mattioli. Este universo estético, así como sus propuestas de interacción –un Tinder peronista, por ejemplo–, provienen de su filosofía de erotización del proceso político. Sexualizar y romantizar al candidato, según su planteo. Los memes y los stickers de Whatsapp son algunas de las herramientas que encontraron para entrar en la subjetividad desde el mundo simbólico de Internet.

La comunicadora Viole Weber también es una aguda habitante del territorio digital, al que se refirió como un arma de doble filo: “Conocer el territorio digital es asumir reglas del juego que quizás no nos gustan. A veces tenemos que acoplarnos a un escenario de la inmediatez, hablar menos y con más efectividad”. Estas experiencias confluyen y se nutren de activismos que provienen de otras generaciones, otros territorios, otras disciplinas. Caren Tepp, concejala de la ciudad de Rosario por Ciudad Futura, promotora de la campaña Rosario Sin Miedo, compartió una experiencia más vinculada a la territorialidad del mundo físico –“tenemos empezar a hacernos cargo y tomar el bastón de mariscal en nuestro propio territorio”, dijo–, pero sin dejar de resaltar, por ejemplo, la comunicación vía Whatsapp como modo estratégico de organización política.

Desde la puesta en valor de las herramientas digitales, Mario Santucho, director de Revista Crisis, recordó la importancia de construir dispositivos para intervenir y no paralizarse. Ese fue el caso del Mapa de la Policía, una página web que se propone funcionar como herramienta de control ciudadano para contrarrestar los abusos policiales. En esta misma clave de democratización de la información, desde el Equipo de Investigación Política de la Revista Crisis se acaba de lanzar RADAR: un registro de ataques de la derecha argentina radicalizada.

Paulo Pereyra, integrante del Partido dos Trabalhadores (PT) de Brasil, repuso su experiencia en la campaña de Lula Presidente que se dio en Argentina durante 2022. Su éxito tuvo que ver, sobre todo, con haber logrado generar comunidades y establecer redes de comunicación entre los brasileños residentes en Argentina. “Nuestra función fue generar una ola y dar material para que la gente caminara sola, que cada uno se apropiara de su candidato”. Con una experiencia similar, Valeria Saita, integrante del equipo de campaña de Juan Grabois, marcó la importancia de organizarse tanto en el mundo virtual –por ejemplo, con grupos de Whatsapp creados por cada provincia– como en el territorio físico, donde se trabajó desde la creatividad: “Convencer cada uno desde su pequeño lugar de enunciación a su propia comunidad”. Por su parte, la red de medios Massamor impulsa bajo ese slogan la candidatura de Sergio Massa, conjugando la militancia virtual con la callejera. Tal como lo explicó María Quintero, la estrategia se basa en las calles de memes y pancartas provenientes de acciones que desarrollan, a su vez, el ámbito virtual.

Aunque todavía queden muchas preguntas por resolver, la intersección de voces deja en claro que la disputa tiene que darse en ambos territorios –el físico y el digital– de forma sinérgica, y que la única salida es la organización colectiva, la voluntad de habitar los territorios de modo sincrónico y no adversativo.

Conseguí tu entrada

RESERVAR

Suscribite a nuestro newsletter