Edificio emblemático de la Ciudad de Buenos Aires, antiguo Palacio de Correos y Telégrafos, el CCK cuenta con más de 100.000 metros cuadrados de superficie y una infraestructura a la altura de los centros culturales más importantes del mundo.

La obra es el resultado de un concurso internacional de anteproyectos, al que se presentaron más de 340 estudios de arquitectura de más de 20 países. Sus espacios combinan el alto valor patrimonial del edificio existente con la tecnología más moderna.

El Auditorio Nacional, dotado de una excelente acústica, posee el órgano Klais 1912. Con capacidad para 1.750 espectadores y un escenario de 250 metros cuadrados, es una de las salas sinfónicas más importantes del mundo.

La Sala Argentina, pensada para un formato musical acústico, música de cámara y espectáculos performáticos, tiene capacidad para 534 personas. Íntegramente construida en madera, posee una acústica inmejorable.

La Cúpula es uno de los grandes atractivos del centro cultural, con una superficie de 500 metros cuadrados y una cubierta enteramente vidriada que permite una vista única del corazón de la ciudad.

La Gran Lámpara, espacio destinado a exposiciones, cuenta con 2.000 metros cuadrados, se encuentra en el centro del edificio y está constituido por una estructura colgante y vidriada.

Para conocer más sobre el edificio:

Como institución cultural, el CCK asume su rol de agente político y su condición de espacio público y toma partido por esta transformación vital y comunitaria que el presente reclama.

POTENCIAR: la invención de prácticas diversas que promuevan la libertad desde el arte, la educación, la integración social y la pluralidad.

COMPONER CULTURA: una programación orientada a fomentar la  capacidad para cuestionar los modos habituales de percibir y conocer, de escuchar, de producir y encontrarse en el arte y con las otredades.

DESCENTRALIZAR: ​un ​Centro Cultural “fuera de centro”, promover la regionalización, y la desconcentración de las acciones culturales. Facilitar los cruces, los aportes mutuos, armar redes de desarrollo y producción conjunta.

HISTORIZAR: trabajar con el patrimonio en un sentido amplio, orgánico y vital. El patrimonio se estudia, se discute y se construye.

EDUCAR EN CULTURA: la/s cultura/s entendida/s como instancia de educación permanente, no formal, no lineal y capaz de cruzar generaciones y diferencias.

Edificio

Edificio emblemático de la Ciudad de Buenos Aires, antiguo Palacio de Correos y Telégrafos, el CCK cuenta con más de 100.000 metros cuadrados de superficie y una infraestructura a la altura de los centros culturales más importantes del mundo.

La obra es el resultado de un concurso internacional de anteproyectos, al que se presentaron más de 340 estudios de arquitectura de más de 20 países. Sus espacios combinan el alto valor patrimonial del edificio existente con la tecnología más moderna.

El Auditorio Nacional, dotado de una excelente acústica, posee el órgano Klais 1912. Con capacidad para 1.750 espectadores y un escenario de 250 metros cuadrados, es una de las salas sinfónicas más importantes del mundo.

La Sala Argentina, pensada para un formato musical acústico, música de cámara y espectáculos performáticos, tiene capacidad para 534 personas. Íntegramente construida en madera, posee una acústica inmejorable.

La Cúpula es uno de los grandes atractivos del centro cultural, con una superficie de 500 metros cuadrados y una cubierta enteramente vidriada que permite una vista única del corazón de la ciudad.

La Gran Lámpara, espacio destinado a exposiciones, cuenta con 2.000 metros cuadrados, se encuentra en el centro del edificio y está constituido por una estructura colgante y vidriada.

Para conocer más sobre el edificio:

Rumbos

Como institución cultural, el CCK asume su rol de agente político y su condición de espacio público y toma partido por esta transformación vital y comunitaria que el presente reclama.

POTENCIAR: la invención de prácticas diversas que promuevan la libertad desde el arte, la educación, la integración social y la pluralidad.

COMPONER CULTURA: una programación orientada a fomentar la  capacidad para cuestionar los modos habituales de percibir y conocer, de escuchar, de producir y encontrarse en el arte y con las otredades.

DESCENTRALIZAR: ​un ​Centro Cultural “fuera de centro”, promover la regionalización, y la desconcentración de las acciones culturales. Facilitar los cruces, los aportes mutuos, armar redes de desarrollo y producción conjunta.

HISTORIZAR: trabajar con el patrimonio en un sentido amplio, orgánico y vital. El patrimonio se estudia, se discute y se construye.

EDUCAR EN CULTURA: la/s cultura/s entendida/s como instancia de educación permanente, no formal, no lineal y capaz de cruzar generaciones y diferencias.