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La imaginación política habita en los proyectos colectivos

Debates, Noticias, Proyecto Ballena

La antropóloga Rita Segato y el dirigente de La Poderosa Nacho Levy se encontraron en un Diálogo de saberes, en el marco de la quinta jornada del Festival Democracia e Imaginación Política en América Latina. Por Lucía Gerez


“¿Cómo definirían y dónde creen que habita la imaginación política?”. A partir de este interrogante planteado por Ana Cacopardo, coordinadora del evento, se abrió una interesante charla en la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner, que planteó distintos ejes para pensar la imaginación política: el Estado, la criminalidad y el avance del narcotráfico en los barrios populares, el lugar de los feminismos en la coyuntura actual, la importancia de los medios de comunicación comunitarios y el crecimiento de las derechas.

Nacho Levy tomó la palabra en primer lugar, para postular que “la imaginación política es un proyecto de vida (...) vivo y colectivo. La imaginación puede ser un sueño, pero la imaginación política tiene la obligación de ser tangible, palpable”. “La Poderosa es un movimiento de base que formamos entre muchas compañeras y compañeros, es nuestro sueño hecho realidad”.

El dirigente social reflexionó sobre la evolución de ese proyecto colectivo, considerando que en una primera instancia la imaginación política era soñar espacios que hoy se pueden ver y tocar, como las casas de las mujeres y disidencias que resguardan a las “pibas de los barrios que muchas veces no encuentran ese sostén ni en el Estado ni, mucho menos, en la economía de mercado. Pero que sí lo encuentran en sus propias manos y las de sus compañeras”. Para Levy, la imaginación política también está en las asambleas, en las comunidades que nacieron de esas asambleas, en la voz de los barrios que no tenían voz, en los medios comunitarios, en el control popular de las fuerzas de seguridad, es decir, en todas las conquistas que son el fruto del trabajo colectivo.

Según Rita Segato, “la imaginación es sobre todo no convencional. Yo estoy instruida de acuerdo a convenciones bastante cerradas. ¿Cómo pensar por fuera de esas convenciones?”. Y agregó: “Debemos expandir las convenciones con las que han arquitectado nuestra cognición y nuestras emociones. Si no hacemos todas y todos ese esfuerzo por pensar por fuera de estas convenciones, no habrá camino posible”.

Además, consideró que la “imaginación política es pensar por fuera de la idea del verticalismo democrático y por fuera de la acumulación de fuerzas, que es hacer alianzas con quien sea para tomar el Estado”.

El Estado

A partir de la pregunta disparadora de Cacopardo, Segato reflexionó sobre el rol del Estado. “La imaginación no habita enclaustrada en los ámbitos del Estado. No debemos poner todas las fichas y esfuerzos en el campo estatal, como han hecho muchos movimientos sociales, incluido el feminismo (...). No hay que abandonar el campo del Estado, pero hay que saber que existe vida inteligente fuera de ese espacio y de esa clausura estatal”.

La antropóloga llamó a “recordar que lo político no es solamente la política. La política es la formación, los debates, los conflictos intrapartidarios por poder y la idea de que tomando el poder del Estado vamos a transformar la sociedad. Es al revés, es la sociedad que se transforma y cambia el Estado. El Estado puede colaborar en los periodos benignos a cambiar la sociedad, pero es la sociedad la que camina, y eso va a tener un extraordinario impacto en la gestión y en el Estado”.

La criminalidad y el avance del narcotráfico en los barrios populares

Segato trajo al debate la cuestión de la criminalidad, para plantear que “hoy hay crímenes que son políticos. La criminalidad que estamos viendo en Rosario y en algunos cinturones urbanos, como Córdoba y el conurbano, es sospechosa. No es solo criminalidad, sino un golpe a la democracia que viene desde un subsuelo”. Y sugirió: “Con la imaginación formateada por la costumbre, vemos el golpe a la democracia en manos de militares; pero hoy hay también intentos de golpe a la democracia que vienen de un subsuelo de la sociedad, y hay un reclutamiento para esos golpes”. La antropóloga puso como ejemplo el caso del asesinato del colectivero Daniel Barrientos, para establecer la hipótesis de que cuando “hay una desproporción muy grande entre la violencia usada y el propósito (..) yo sospecho una finalidad política”.

Por su parte, Levy consideró que la discusión que hoy está presente en los barrios populares es “la metástasis que hizo el fenómeno del narcotráfico y de cómo nos está matando esa droga que es el silencio”. “Tenemos comunidades enteras donde ese flagelo, (...) consecuencia de la economía concentrada, hizo metástasis”.

El referente de La Poderosa sostuvo que “necesitamos abordar la problemática desde la realidad efectiva, ahí está la imaginación política: en la juventud y en el pueblo”. En este sentido, opinó que “hay que regular y legalizar para sacarle el negocio a la Policía, hay que transferir a Salud los recursos que estamos mandando a Seguridad. Hagámonos cargo de que esta brecha de desigualdad inevitablemente facilita la metástasis del narcotráfico que están viviendo nuestros barrios populares, que es dramática”.

El lugar de los feminismos en la coyuntura actual

Cacopardo consultó a Segato acerca de la posibilidad de que la articulación de los feminismos con las luchas villeras, campesinas e indígenas habilite un lugar de esperanza para la refundación de la política.

Para Segato, “en los espacios comunales, colectivistas, como La Poderosa, hay una imaginación política para la vida, y ese es un espacio donde la imaginación es femenina. A eso llamo una politicidad de cuño femenino”.

Por otra parte, también planteó que “el feminismo es un movimiento pluralista, por encima de todo. El feminismo debe ser radicalmente plural. Pero dentro del feminismo no se han roto los verticalismos ni el autoritarismo; veo un retroceso del importantísimo proceso de toma de las calles, como lo fueron las enormes marchas de mujeres en Argentina”. Para respaldar su argumentación, planteó dos casos en los cuales advierte ese retroceso. El primero, cuando Cristina Fernández comenzó a ser hostigada públicamente, situación que finalizó con el atentado en su contra. En ese momento Cristina sufrió violencia política de género y el feminismo no salió a denunciar tal situación. El otro caso que citó fue el de Thelma Fardin, presente en la sala, que tampoco tuvo el acompañamiento que ameritaba su situación. En tal sentido, Rita pidió que “no nos llamemos más movimiento, si no nos movemos”.

En la misma línea de razonamiento, sostuvo que “una de las cosas que han detenido el movimiento de las mujeres es la fragmentación”, en la medida que “nada debería habernos impedido salir juntas a pesar de las diferencias”. “La violencia es uno de los pocos fenómenos que transforman al feminismo en un movimiento global”, planteó.

La importancia de los medios de comunicación comunitarios

“¿Por qué la comunicación fue tan importante desde el momento cero en La Poderosa?”, preguntó Ana Cacopardo.

Levy respondió que “el acento de las luchas populares se pone en la comunicación porque, en tanto no exista un programa masivo, no vamos a encontrar una solución, tenemos que exponer la realidad de nuestros barrios para que otros puedan empatizar”. Y agregó: “La democracia no empieza ni termina en el Estado; frente a la dueñidad se impone, se erige, la comunidad, y ahí aparece un modelo de gestión comunitaria”.

Asimismo, el referente social hizo un repaso de cómo se gestó y cómo se sostiene el proyecto autogestivo de La Poderosa, remarcando que la “estrategia de visibilización de la comunicación para el sostenimiento económico de un proyecto político, que es comunitario y vincular, tiene una contraofensiva permanente y muy furiosa de esos grandes conglomerados económicos que crecen”.

Además, planteó la importancia de la regulación del Estado, a través de la implementación de la ley de medios, “para que el regulador no sea el mercado, para que estas experiencias de núcleos vinculares puedan trascender”.

El crecimiento de las derechas

“¿Se expande la visión mundo de la derecha?”, consultó Ana Cacopardo.

En su respuesta, Segato consideró que “es urgente entender las fuentes del rencor, porque ¿dónde bebe esa derecha que crece entre la gente común?”. Si escuchamos las voces de la sociedad, encontramos “resentimiento, rencor. Ese es el voto a la derecha y es un voto de rabia, del que hay que investigar mejor su origen”.

La antropóloga se preguntó: “¿Cuál es la diferencia entre la ira santa de la militancia y el rencor y la rabia de la gente que vota a sus enemigos, a los enemigos de la nación y de la sociedad? Es un voto suicida. La ira santa es colectiva y colectivista, y el rencor es individual y se origina en las falsas promesas de la democracia, de la modernidad, del consumo; una serie de falsas promesas que van dejando a la gente en un estado de impaciencia y odio que es el sustento de las políticas antipatria”. Por eso, subrayó: “El gran esfuerzo debe ser hacer un dibujito de otro proyecto histórico que ya no puede ser el de la igualdad, otro dibujito de futuro. Porque la gente no solo vive de poder comer, necesita lo material, pero necesita también una ilusión; por eso están las iglesias que se han plantado en los lugares donde la política se retiró, abandonó. Y en esos nichos, en esos espacios, se instalaron las iglesias corporativas (...) que representan, a conciencia, los intereses de las grandes corporaciones”.

Por su parte, Nacho Levy planteó que “si la clase política progre[sista] no está enamorando ni a la juventud ni al pueblo, el problema no lo tienen ni la juventud ni el pueblo. El problema lo tiene esa clase política que no está haciendo parte ni a la juventud ni al pueblo”.

Como cierre del encuentro, expresó: “Al día de hoy, sigue siendo mucho más fácil para un hombre blanco, hetero, cis, porteño, con un lenguaje medianamente académico, instalar la existencia, aunque sea falsa, de cierta territorialidad que para una compañera negra, indigena, exponer un pedacito así de quinientos años de resistencia ancestral. Esa es una realidad objetiva”. Y continuó: “Yo creo que lo más grande que hicimos estos veinte años de La Poderosa no fueron los espacios que hemos colonizado, sino los que hemos descolonizado”.

Con estas palabras, Levy invitó al escenario a Claudia “La Negra” Albornoz, para cederle oficialmente, en un acto público y muy emotivo, el lugar de referenta nacional de La Poderosa.

Así, en la cuarta Edición del Proyecto Ballena, el Centro Cultural Kirchner fue la sede elegida por La Poderosa para llevar adelante una hermosa asamblea popular de reconocimiento a la lucha y la militancia de esta mujer “sobreviviente del crimen hídrico de Santa Fe”. Esta “garganta, mujer, negra, disidente y santafesina que tiene una poderosa voz” y que a partir de ahora va a estar a cargo de la dirigencia nacional de La Poderosa.

“La solución es la ternura”

Sobre el final del encuentro, Rita Segato cuenta que le regalaron un bordado con la frase “La solución es la ternura”, atribuyéndosela a ella. No recuerda haberla dicho, pero eligió traerla a este Festival de Imaginación Política.

La Sala Argentina repleta aplaudió y vivó este encuentro, por tantos necesarios interrogantes y también por esta certidumbre.

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