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Ezeiza como germen de la violencia contra el pueblo

Debates, Noticias, Proyecto Ballena

En el Salón de Honor se realizó el tercer encuentro del ciclo de revisión de la obra de Horacio Verbitsky como parte de las actividades desarrolladas en el marco de Proyecto Ballena, espacio de intercambio y producción de ideas del Centro Cultural Kirchner. En esta oportunidad, el periodista se reunió con la socióloga Mónica Peralta Ramos para debatir sobre Ezeiza, la obra de Verbitsky que narra los hechos ocurridos el 20 de junio de 1973, cuando Perón retorna a nuestro país luego del exilio forzado y 18 años de proscripción del peronismo.

La apertura del encuentro, que contó con la moderación de la periodista Luli Trujillo, estuvo a cargo de la socióloga Mariana Gainza, quien realizó una completa introducción en la que analizó tanto el contexto en el que se produjeron los hechos como sus consecuencias, que pueden rastrearse hasta la actualidad más reciente.

En su intervención, Gainza resaltó la importancia de reflexionar, de hacer un balance de la experiencia histórica que permita “extraer elementos para enfrentar a esas renovadas y a la vez muy viejas derechas que hoy están articulando sus esfuerzos para llevar adelante otro osado programa de poder”.

En este sentido, consideró que la masacre de Ezeiza, aquella emboscada sangrienta que planificó la derecha peronista en contra de la columna sur de Montoneros y de la Juventud Peronista, implicó un punto de inflexión en la historia argentina. Retomando las palabras de Verbitsky, señaló que “ese día se cierra un ciclo y se inaugura otro tiempo histórico que está prefigurado por ese drama. En Ezeiza están en germen las masacres, los asesinatos selectivos de la Triple A. Está en germen el gobierno derechista de Isabel y de López Rega y la dictadura del 76. Lo que está en germen en Ezeiza es la violencia genocida que se levantó contra las expectativas de transformación social profunda que se habían acumulado a lo largo de intensos años de movilización y de luchas, desde la Resistencia peronista, pasando por el Cordobazo, hasta el comienzo de los años 70 con las luchas contra la dictadura de Lanusse que condujeron al retorno de Perón en el 72 y al gran triunfo de Cámpora en marzo del 73”.

En Ezeiza, Verbitsky realizó un exhaustivo trabajo de investigación a partir de documentos entregados por el propio ministro del Interior de Cámpora, Esteban Righi, de datos recolectados por la Juventud Peronista luego de la masacre y del trabajo de archivo realizado por él mismo.

Gainza trajo un fragmento de la obra que da cuenta del complejo entramado presente en el movimiento peronista: “La izquierda peronista cometió errores que la condujeron indefensa al 20 de junio. Ignoraba que eran tan peronistas las posiciones de sus adversarios internos como las propias, y planteó la pugna en términos de la lealtad a un hombre cuyas ideas no conocía a fondo (...) Imaginó que a mayor capacidad de movilización de masas bastaría para inclinar la balanza en su favor, frente a la dirigencia sindical burocrática. Creyó que sería posible compartir la conducción con Perón cuando éste reparara en su poder. Se acostumbró a interpretar la realidad política en términos de estrategia militar pero no previó que se recurriría a las armas para frenar su marcha impetuosa. La derecha en cambio fue astuta, fue sagaz, diseñó un plan inteligente para neutralizar al peronismo combativo y lo logró”.

“Esa eficacia marca toda la tragedia argentina posterior y ahí se estrena la alianza entre las derechas peronistas y las derechas no peronistas que perdura más allá de la dictadura, que tiene su vitrina más elocuente durante el menemismo, que se continúa en los años macristas, hasta los días de hoy, y que hemos visto hace dos días en la foto insoportable de todas las derechas opositoras, apoyando unánimemente la feroz represión contra el pueblo de Jujuy”, agregó Gainza, invitando a ambos disertantes a analizar los hechos acontecidos aquel 20 de junio de 1973 a la luz de nuestra realidad urgente.

A su turno, y luego de realizar un repaso por el contexto social, político y económico que precedió a la masacre de Ezeiza, Peralta Ramos destacó la importancia de generar espacios de pensamiento, diálogo y debate sobre nuestra historia, ya que “los ecos del pasado resuenan permanentemente en el presente” y quien “controla el presente, controla el pasado. Y el que controla el pasado, controla el futuro. El que controla el presente controla la interpretación del presente y del pasado; por eso es fundamental traer el pasado para analizar el presente, para ver cómo resuenan los ecos y buscar las analogías, si es que las hay”.

En esta suerte de ida y vuelta sobre los últimos cincuenta años de historia argentina, Verbitsky señaló el intento actual de la derecha por identificar a Montoneros con La Cámpora, con el objetivo de “destruir a Cristina”. Según el periodista, dicho operativo se lleva adelante mediante la vinculación de esas dos organizaciones con el fin de establecer “que el kirchnerismo es tan asesino como Montoneros”.

Por su parte, Peralta Ramos recordó cómo luego del golpe de 1955, el sector industrial nacional se desarticuló del proyecto peronista y comenzó a tejer una alianza con las empresas extranjeras que ya estaban en la industria. Asimismo, remarcó el rol de la burocracia sindical y la burocracia política como fenómenos que surgen luego de la caída de Perón y cristalizan en la masacre de Ezeiza.

Vinculando estos hechos con el presente, la socióloga y escritora consideró que en la actualidad no encontramos “una burguesía industrial nacional que tenga interés en el desarrollo nacional”. Por otro lado, tenemos “la existencia de la definición política como una política de aparatos (...) Todo funciona en los aparatos de los partidos y hay una gran distancia entre estos aparatos y el territorio”.

En la misma línea de argumentación, rescató el pedido de Cristina Fernández acerca de  “bajar al territorio y crear en profundidad dentro del territorio”, ya que “la falta de inserción en el territorio, la falta de expresión de una democracia participativa de abajo hacia arriba y la matriz productiva con una fuerte predominancia de los sectores altamente concentrados –que han endeudado ilimitadamente a toda la estructura productiva– han logrado replicarse en el poder y tomar las banderas del pasado, acusando de clientelismo al peronismo y presentándose como expresión del desarrollo nacional. Con las fake news han logrado cooptar conceptos del pasado, vaciarlos de contenido y llenarlos con su propio contenido”.

El tema que estuvo rondando todo el encuentro –y que tiene relación directa con la problemática abordada en el debate– refiere a la feroz represión desatada contra el pueblo jujeño. Al respecto, Verbitsky señaló que ya hace muchos años que en Jujuy gobierna un bipartidismo, conformado por el radicalismo y el peronismo cómplice. “(Gerardo) Morales desde que asumió, hace ocho años, decidió actuar con violencia y no retroceder, ni ante la muerte. De hecho, su gobierno comienza con la muerte de 43 gendarmes que envió a reprimir un acampe de la Tupac Amaru”, sostuvo.

Por otra parte, señaló que el foco del conflicto con la Tupac Amaru fue que “partió el bipartidismo, asociado con las empresas constructoras, porque el movimiento demostró que era posible construir rápido, barato y de calidad”. De esta manera golpeó de un modo contundente a las constructoras aliadas con el gobierno, “eso le ganó el odio de Morales y la cárcel a Milagro (Sala)” sin que se pueda construir, hasta la actualidad, un movimiento en Jujuy que exija su liberación.

Sin embargo, el periodista encuentra que “ahora hay una reacción muy grande contra sus políticas (las de Morales), a pesar de que la Tupac Amaru no está presente en el conflicto y que Milagro está detenida, hay fuerzas sociales y políticas que resisten sus políticas y que son reprimidas con ferocidad”, aunque “el peronismo le vote todo”.

Para finalizar, Peralta Ramos compartió su preocupación por la naturalización en torno a la detención de Milagro Sala. Y agregó, “Morales sintetiza lo que discutimos hoy: un poder concentrado económico enorme, con los recursos naturales que fogonean los conflictos que ya existían, por la importancia que tienen y porque es un botín de guerra enorme (...) Morales es el laboratorio de lo que se viene. Esta semana las acciones argentinas en Estados Unidos se dispararon y esa es la mejor expresión de cómo ven el proceso político argentino, donde Morales aparece como candidato serio a vicepresidente”.

La socióloga y escritora considera que el pasado cobra nuevamente relevancia porque en el contexto actual la derecha del peronismo está jugando un rol central, “en la extrema derecha, y dentro del Frente de Todos, está jugando un rol crucial el pejotismo, todo el mundo se lo disputa”.

A sala llena, y como cierre de una nueva jornada de reflexión, la invitación final de los disertantes es “convocar a las bases, porque la única manera es sacar a la gente a la calle y pelear por cosas concretas en la calle”.

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