Cuarteto de Amigos + Graciela Reca

El Cuarteto de Amigos, integrado por Haydée Seibert y Gustavo Mulé en violines, Carla Regio en viola y Benjamín Báez en violoncello, ofrecerá junto a la pianista Graciela Reca obras de Brahms y Dvorák, como parte del ciclo de Conciertos del Mediodía del Mozarteum Argentino.

El recital se transmite en vivo por radio Sonido Cultura.


Programa

Antonín Dvorák (1841-1904)
Terzetto para dos violines y viola en do mayor, op. 74

Allegro ma non troppo
Larghetto
Scherzo: Vivace – Trio – Poco meno mosso.
Tema con variazioni: Poco adagio – Molto allegro – Moderato – Molto allegro

 

Johannes Brahms (1833-1897)
Quinteto para piano y cuerdas en fa menor, op. 34

Allegro non troppo
Andante, un poco Adagio
Scherzo: Allegro – Trio
Finale: Poco sostenuto – Allegro non troppo


La actividad es gratuita y no requiere reserva previa: se ingresa por orden de llegada.

Por consultas sobre entradas e ingresos, escribir a: [email protected]


Comentarios al programa, por Claudia Guzmán

Un mes después de haber regresado a Praga de su quinta gira por Inglaterra y siendo para entonces ya reconocido como un compositor líder a nivel internacional, Antonín Dvorák (1841-1904) escribía a Fritz Simrock, su editor en Berlín: “Estoy ahora escribiendo unas bagatelas para dos violines y viola, y esta obra me da tanta satisfacción como si estuviera componiendo una gran sinfonía”. Era la segunda semana de enero de 1887, más precisamente el día 7, cuando el compositor checo comenzó a escribir el Terzetto, pero, ¿a qué se debía la inusual elección de instrumentos?.

Desde su retorno al hogar llegaba a sus oídos la práctica diaria de violín de Josef Kruis, estudiante de química que rentaba una habitación en la propiedad familiar de los Dvorák. Además de empeñarse en el estudio de las ciencias, el joven tomaba lecciones del instrumento con Jan Pelikan, miembro de la Orquesta del Teatro Nacional y gran amigo del compositor. Dvorák tuvo entonces la idea de escribir una obra que pudieran interpretar juntos los tres. Él mismo asumiría la parte de viola, para darse el gusto de volver al instrumento con el cual había obtenido su primer cargo orquestal, veinticinco años antes. 

Tan solo siete días más tarde dio por terminado el Terzetto en cuatro movimientos; sin embargo, al momento de los ensayos, resultó que los desafíos que presentaban las partes de violín superaban ampliamente los recursos técnicos con los que contaba el joven estudiante. Dvorák escribió entonces esa misma semana una nueva creación de menor dificultad para los tres instrumentos: las Miniaturas Op. 75a. Entretanto puso el Terzetto en manos de profesionales que lo estrenaron allí, en Praga, el 30 de marzo de 1887.

De forma ternaria, el primer movimiento Allegro ma non troppo presenta un tema principal de carácter lírico sucedido en el sector central por ágiles pasajes donde se evidencia la maestría contrapuntística de Dvorák, esto es, el arte de combinar líneas melódicas independientes pero vinculadas y que suenan en simultaneidad. El segundo movimiento, Larghetto, se inicia sin solución de continuidad antecedido por la marcación dolce, molto espressivo. Para la tercera parte de la obra, un Scherzo, Dvorák utilizó como marco la métrica y los giros melódicos característicos del furiant: enérgica danza típica de Bohemia característica por sus acentos que alternan la marcación ternaria con la binaria. El Terzetto concluye con la presentación de un tema y diez variaciones en las cuales sobresalen las mismas cualidades que en los movimientos anteriores: un notable equilibrio entre los tres instrumentos y un generoso despliegue de recursos a partir de ideas musicales simples y concisas. 

La que hoy es considerada una de las obras magistrales de la música de cámara del Romanticismo atravesó diversas etapas hasta llegar a su versión final. Era el año 1862 cuando Johannes Brahms (1833-1897) completó un Quinteto para cuerdas utilizando como formación dos violines, una viola y un violonchelo. Al presentarle la creación a su amigo y confidente Joseph Joachim, el eximio violinista opinó que dicha instrumentación densificaba en demasía los poderosos gestos rítmicos, y que la obra carecía de encanto. 

Durante el siguiente año, mientras sentaba residencia en Viena y asumía el cargo de Director de la Wiener Singakademie, una de las más destacadas agrupaciones corales de la ciudad, Brahms reescribió la música del Quinteto transformándola en una Sonata para dos pianos. Él mismo la estrenó en este formato el 17 de abril de 1864 en la sala del Musikverein junto a Carl Tausig, eminente pianista de origen polaco con quien había trabado amistad desde su llegada a la capital imperial.

En julio envió la obra a Clara Schumann. Su gran amiga, mentora y consejera comenzó a interpretarla públicamente pero dio su parecer a Brahms: teniendo en cuenta la monumentalidad de lo planteado en su escritura la obra podría verse potenciada con la inclusión de los instrumentos de cuerda frotada. Fue así como, teniendo muy probablemente como modelo el Quinteto con piano creado dos décadas antes por Robert Schumann, el compositor trabajó en una tercera versión de la obra para piano y cuarteto de cuerdas. 

Esta versión final se publicó en diciembre de 1865, y fue estrenada en Leipzig el 22 de junio de 1866. El compositor dedicó la obra a la Princesa Anna de Hesse, quien había expresado su admiración por esta creación cuando la conoció en su versión para dos pianos. Agradecida a Brahms por esta cortesía, le envió como obsequio una de las gemas de su colección: la partitura manuscrita original de Mozart de su Sinfonía n° 40.

El Quinteto es inaugurado por el primer violín, el violoncello y el piano al unísono, presentando el inicio del primer tema del Allegro non troppo. Sin embargo este es interrumpido por un pasaje de gran despliegue para el instrumento de teclado, reapareciendo, a su retorno, revestido de turbulencia. Serán cinco los temas que se sucederán en esa exposición de forma sonata de un primer movimiento tan dilatado como poderoso donde la riqueza en el desarrollo de cada idea melódica irá a la par del vasto recorrido armónico.

En contraste, el segundo movimiento -Andante, un poco Adagio- se presenta calmo pero con sostenida intensidad. Introducido por los pizzicato del violoncello e impulsado por un tema sincopado el Scherzo es puro suspenso enmarcado en acentuados contornos de una danza campesina. Contrapartida del primer movimiento en lo que hace a proporciones y vocación dramática, el movimiento final se inicia con una introducción tan inquietante como preciosista en su escritura contrapuntística, y da paso a una ágil melodía que evidencia influencias del folklore húngaro. Energía y pasión se enseñorean de este Quinteto hasta su clímax final.

Fecha

26 octubre 2022
Finalizado

Hora

14:00

Ubicación

Sala Argentina
Transmisión en vivo por radio Sonido Cultura