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Se presentó el libro Evita frente al espejo, con desfile de Pablo Ramírez

Literatura, Noticias, Proyectos Especiales

A 104 años del nacimiento de Eva Perón, se presentó el libro Evita frente al espejo. Moda, estilo y política en Eva Perón, novedad editorial de Ampersand.

Del evento formaron parte lxs autores Daniela Lucena, Adrián Melo, Patricia Nobilia, Rebeca Palma dos Santos y Laura Zambrini, quienes compartieron las experiencias, emociones y sensaciones vivenciadas a partir de la escritura de los artículos que conforman la publicación y recorren la figura de Eva Perón en su relación con la moda. La moderación del encuentro estuvo a cargo del escritor Diego Erlan.

El reconocido diseñador argentino Pablo Ramírez y la actriz María Merlino cerraron el evento con una magnífica performance que incluyó desfile y música.


La Cúpula del Centro Cultural Kirchner se encontraba colmada de un público deseoso de conocer el importante proceso de producción literaria detrás de este libro, que nos trae la figura de Evita desde una perspectiva original pero nunca despolitizada.

Diego Erlan abrió el encuentro comentando que, cuando surgió la idea de sumar un libro sobre Eva Perón a la colección Estudios de Moda, en la editorial se encontraron con la dificultad de pensar quién podría encarar un personaje de las características de Evita, desde una mirada que tuviera como eje la moda.

A partir de la convocatoria a especialistas de la historia del arte y de la moda, la editorial logró sortear aquella dificultad y el resultado fue este completo libro, que a lo largo de sus capítulos aborda la vida de Evita desde una mirada que permite comprender “el uso específico que hizo de la moda, por fuera de los lugares comunes que aluden a cierta frivolidad frente al discurso popular del peronismo”.

Evita frente al espejo está conformado por siete capítulos de variadas e interesantes temáticas: la relación entre Eva y el diseñador Paco Jamandreu y la construcción de la imagen pública de Evita; la gira del arco iris desde una perspectiva política; el análisis detallado de los trajes regionales españoles que recibió como regalo en aquel viaje; la vinculación de Eva con los más reconocidos diseñadores europeos y su construcción como ícono de la moda; el estudio sobre la iconografía peronista y el uso del término “descamisado”, que ubica la dimensión política del vestir; el análisis de las imágenes fotográficas en torno a su figura, y un ensayo sobre el mito de Eva Perón.

La presentación tuvo dos instancias. En una primera parte, Diego Erlan dialogó con cada unx de los autores presentes a partir de una pregunta disparadora.

A Adrían Melo lo interrogó acerca de su planteo sobre la coexistencia de dos Evas –una diva y otra militante– y su contradicción o complementariedad.

Para Melo, esas dos Evas “son figuras complementarias y no se contradicen”, ya que, por un lado, lxs antiperonistas consideraban repudiables ambas figuras. “La Eva diva es repudiable porque es símbolo de frivolidad, del mayor despilfarro que hizo el Estado”, no importaba cómo vistiera, siempre se la criticaba e incluso parodiaba. Y, en el mismo sentido, la Eva militante también era repudiada por ser “mujer, actriz, morocha, hija natural, y porque se dedicaba a la política”.

Para los sectores populares, ambas Evas eran amadas y celebradas, porque daban cuenta de que las mujeres de los sectores humildes también podían acceder a esos bienes simbólicos históricamente reservados para las clases dominantes. Asimismo, la Eva militante, “la que recibe a los pobres, es la que está redimiendo a los sectores populares a través de la justicia social”.

Melo nos regaló una anécdota sobre la Evita glamorosa a la que Jamandreu le diseñó un vestido que le serviría para llevar adelante un acto a la vez simbólico, escandaloso y político. “Paquito le diseña un vestido para el 9 de julio de 1944, para que pueda entrar al Teatro Colón. Ella entra al teatro siendo la amante de Perón, siendo una mujer humilde, siendo una mujer morocha”. Es por ello que eso que podría pensarse como un acto de divismo es en realidad un acto político.

A la pregunta acerca de si es una contradicción que Eva se haya convertido en un icono del sistema de la moda, cuando su discurso apoyaba la gesta de la vanguardia descamisada, Daniela Lucena responde que “hay una contradicción que tiene que ver con la apropiación de la industria cultural. Cuando las grandes figuras se vuelven una mercancía, muchas veces son edulcoradas, pierden esa faceta más transgresora. Lo interesante es preguntarse por qué Eva se vuelve un ícono de la moda y un icono global”.

La autora, que analiza la figura y la simbología del descamisado en Evita, plantea que su encuentro con la alta costura europea, Dior en particular, hizo que Eva modifique su imagen. Pero esa transformación la utilizó para comunicar sus valores y su ideología. Evita, “utiliza el lenguaje de la moda para comunicarse con su pueblo. Les habla a las descamisadas para que cuiden su imagen”. Es así que, durante el primer peronismo, estas descamisadas se convirtieron en consumidoras de moda, de perfumes, de accesorios.

Lucena sostiene que “hay una democratización del consumo y de la moda que tiene que ver con que Eva representaba un modelo de vida y de belleza posible de alcanzar para estas mujeres”. Este argumento puede rastrearse en el análisis de la vestimenta de las mucamas de la época que, “siguiendo el modelo de Eva, comenzaron a vestirse como sus patronas, generando mucha ansiedad social en las clases privilegiadas”.

Por otra parte, “el uso del pantalón, cuando todavía no era utilizado masivamente, representa la militancia por la igualdad que Eva llevaba adelante y su desobediencia a los mandatos de género”.

Laura Zambrini, que estudió la gira del arco iris, considera que Eva no fue una pionera en hacer un uso político del estilismo, ya que “a lo largo de la historia se puede rastrear el uso político que se le ha dado a la moda. Por ello, es interesante pensar la moda a la luz de las transformaciones políticas”. Sin embargo, remarca que Evita fue la primera mujer de origen popular que mantuvo relación con “las altas esferas del poder” a nivel mundial, “trastocando las estructuras de género y de clase”.

Patricia Nobilia se ocupó de estudiar el valor cultural y político del regalo que Evita recibió en Madrid, cuando le obsequiaron cincuenta trajes regionales, uno por cada provincia española. “El valor cultural y político se marca porque la destinataria fue Eva. El valor político de estos trajes es muy importante, porque cuando ella vuelve expone los cincuenta trajes en el Museo de Arte Decorativo”. Luego, “van a la residencia del Palacio Unzué hasta el golpe de Estado de 1955, cuando confiscan los bienes de Perón y la colección va a parar al Banco Municipal, donde se quedará durante muchos años”. Después de muchas idas y vueltas, recién en 1985 se volvieron a exponer esas valiosas prendas.

Finalizando la ronda de preguntas, Erlan interrogó a Rebeca Palma dos Santos acerca del aparato de propaganda peronista y la utilización de la imagen de Evita. Al respecto, la autora consideró que es necesario “pensar la propaganda peronista en términos dinámicos. Esto permite ver a otros sujetos sociales que están participando por fuera de la propaganda peronista; que actúan, que resisten, que intervienen, que negocian”. Muchas imágenes que circulaban en la propaganda peronista no habían surgido desde ahí. Esta situación da cuenta de que existe un “campo más diverso en la configuración de la propaganda”.

A la consulta de Erlan sobre cuál fue la mayor revelación al momento de investigar acerca de la vida de esta apasionante figura de nuestra política, Melo manifestó que quedó impactado al “comprender la enorme importancia que tuvieron los estilos, la moda y los vestidos de Eva en las diferentes apropiaciones que se hicieron de ella a lo largo del tiempo”, ya que las diferentes generaciones fueron haciendo distintas apropiaciones de la figura de Eva Perón.

Otra de las cuestiones que el autor rescata es el posicionamiento político de Paco Jamandreu con respecto a su sexualidad. En 1975, en un contexto altamente represivo hacia las diversidades, y en medio de un clima político y social de persecución y de exterminio, Paquito se declaró gay públicamente.

Para Lucena, Evita logró invertir el significado peyorativo del término “descamisado”, convirtiéndolo en un motivo de orgullo: “descamisados es el insulto que es nuestra gloria”. Por otra parte, el término ya excedía la figura del hombre trabajador, porque Evita evocaba a la vanguardia descamisada, incluyendo niñxs, mujeres y ancianxs. Esa vanguardia “debía encarnar la lucha por la justicia social, llevando en el cuerpo esa filiación”.

Palma dos Santos resaltó la necesidad de seguir investigando las imágenes de Eva reproducidas en miles de fotografías y revistas. Además, rescató la importancia de la imagen en la construcción de la memoria histórica.

Como cierre del evento, el diseñador Pablo Ramírez realizó un desfile en homenaje a Eva Perón, a sus vestidos y al nuevo libro de Ampersand. Con el tema “Dance for me Wallis” sonando de fondo, nueve modelos desfilaron por el escenario de La Cúpula ante un público que observaba maravillado las nueve creaciones que Ramírez presentó y que tienen su fuente de inspiración en la figura de Evita, mujer fundamental de nuestra historia social y política.

A continuación, la actriz María Merlino apareció en escena con un vestido largo de época para cerrar el desfile cantando la milonga “La descamisada”.

Soy la mujer argentina,
del 17 de octubre,
la que de orgullo se cubre
porque es grande mi Nación.

Yo soy la descamisada,
que si es necesario, un día
hasta la vida daría
por Evita y por Perón.

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