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Proyecto Hora Libre: el Kirchner tomado por la felicidad

Educación, Noticias

Miles de niñxs de escuelas públicas del conurbano bonaerense y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires visitarán el Kirchner hasta noviembre. Por Javiel Fernández Pérez


Miércoles. Son otros pasos los que hoy desandan el Centro Cultural Kirchner; más bien pasitos, que construyen un mundo donde cualquier columna puede ser un escondite, donde cualquier pintura sirve para un juego, donde cualquier palabra deviene canción, donde solo hay espacio para la felicidad.

Un chico baila batucada al costado de la estatua de Néstor Kirchner y un grato bullicio inusual recorre el edificio. Son mil los niñxs que desde los municipios de Berazategui y Malvinas Argentinas llegan hoy para habitar el Centro Cultural al amparo de Hora Libre, una iniciativa del Ministerio de Educación, el Ministerio de Cultura de la Nación y el Centro Cultural Kirchner que traerá cada miércoles hasta el mes de noviembre alrededor de mil estudiantes de escuelas públicas del conurbano bonaerense y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Bárbara Ruiz Díaz, a cargo del proyecto por el Ministerio de Educación, valora la oportunidad que constituye para lxs niñxs que el Kirchner module propuestas que trascienden el hecho de recorrer el centro cultural y organice actividades adaptadas a las necesidades y demandas de cada grupo y escuela primaria, secundaria o de nivel inicial.

Desde la coordinación del área de Educación del Centro Cultural, Marcela Giorla explica que los más de 30 mil infantes que durante el año visiten el ex Palacio de Correos como parte de Hora Libre podrán disfrutar de artes performáticas, artes visuales, espacios lúdicos, literatura y espectáculos en “un espacio más inclusivo que piensa la educación como un derecho bisagra para una democracia más participativa”.

Por su parte, desde la misma área, Rodrigo Fedele valora el proyecto como la oportunidad de “revitalizar y de ejercer derechos sobre los espacios culturales habitándolos, sobre todo con las infancias y con las niñeces”.

Sigue el bullicio. El niño que bailaba batucada al costado de la estatua de Néstor rumbea a la fila de colectivos estacionados en la calle Alem desde donde desciende el relevo de la felicidad, otra camada de sonrisas empeñada en hacer de cada miércoles, sino el más, uno de los días más alegres de la semana en el Kirchner.

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