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La belleza en un mar de piedra

Fotografía: Kaloian Santos
Literatura, Noticias, Proyectos Especiales

El martes a la noche tuvo lugar la actividad llamada ¿Qué poesía hay en las villas?, y la respuesta la trajo César González junto con artistas del barrio Carlos Gardel: lectura, cortos, rap y grafitis. Por Marco Teruggi


“Vi belleza en cada paliza
y en cada requisa armé mi futuro”,

lee César González, poeta del barrio Carlos Gardel, del oeste bonaerense. Lo hace ante más de doscientas personas que miran y escuchan con atención desde las escalinatas de entrada de la Casa Patria Grande Presidente Néstor Kirchner, en Carlos Pellegrini y Juncal, a pocos pasos de Recoleta. Vino con otros artistas, raperos y grafiteros al encuentro del Festival Internacional Poesía Ya! con una pregunta: ¿Qué poesía hay en las villas?

“La vida en un mundo aparte.
Madres solas remando en un mar de piedra
una cultura del padre ausente
del padre preso
del padre presente pero con la espalda disecada.
Los cascotes que inventan caminos así el barro no te muerde los tobillos.
Esqueletos de autos robados ya desmantelados y prendidos fuego.
El sonido de un disparo en una esquina”,

lee González de su poema “Villas”. Este y otros son “poemas que tienen 12 o 14 años, que fueron escritos en un contexto muy particular como es el de la cárcel”, cuenta quien en sus redes se presenta como “cineasta, escritor, de origen lumpenproletariado”. “Es inevitable que me transporte al momento en que los escribí, y me sigue sorprendiendo a mí mismo que haya tenido ganas de escribir estando en ese infierno, pero sucedió”, explica quien se hizo conocer en 2010 con su libro La venganza del cordero atado.

Lee otro texto, escrito en el penal de Ezeiza:

“Esto es la soledad
yo y estas cuatro paredes
yo y esa puerta fría y vieja
por donde no pasa nadie
solo un guardia cada tanto.
Esto es la soledad
estar pensando sin querer hacerlo
intimidado por la cercanía de las paredes”.

Al finalizar sus lecturas, González proyecta uno de sus últimos documentales: una ventana sobre la villa, con rostros, pasillos, paredones, escenas del día a día del trabajo, la amistad, la familia, voces que cuentan lo que se vive: “veo madres que estuvieron toda la vida solas porque el marido cayó preso, el marido las dejó, y siguen solas, pero la luchan, y si hoy en día la tenemos que luchar estamos todos juntos, vamos por lo venga”, dice un joven que quisiera tener un cine en el barrio. Otro habla de sus amigos muertos: siete que recuerda con nombre u apodo “y muchos pibes más, que están en el cielo y en paz descansen”.

“Lamentablemente vivimos en una sociedad muy discriminadora. Saben que vivimos acá y recibimos otro trato al cual estamos acostumbrados, pero no debería ser así”, dice otro joven del barrio en una tarde caliente. “Es oro el cobre hoy en día, ¿o no?”, aparece escrita la frase luego de saber cuánto vale hoy el cobre, la economía que se inventa en un barrio popular. “Es como una ideología que se generó, que todo lo malo está acá”, dice otro. Y desde allí, donde estaría todo lo malo, llega justamente la poesía al centro porteño, tan lejos del mundo de la Carlos Gardel y de repente tan cerca.

Quien vino con César González es Alan Garvey, “músico, cantautor, compositor, artista plástico, realizador audiovisual”, dice, luego de haber cantado trap y rapeado. Garvey empezó a los nueve años, cuando conoció a César, y ahora tiene 21. Para él lo importante es “mostrar nuestro arte, lo que tenemos para decir, de nuestra voz propia en vivo y en directo sin que nadie diga lo que queremos decir nosotros, sino nosotros mismos ser los que expresamos lo que queremos decir. Queremos decirle al mundo que estamos acá, que no somos invisibles, que también tenemos voz, y que aprendan mucho de nuestra historia, de lo que pasamos, que lo que expresamos a través de la música les sirva a muchos jóvenes que nos escuchan, al menos para cambiar”.

“Me parece muy buena la iniciativa por parte del festival de convocar a pibes de las villas y de los barrios, me parece muy importante que se empiece a incorporar eso en los festivales, y muy contento y muy agradecido”, dice Garvey. “La poesía es algo hermoso, poder canalizar desde la poesía me parece muy interesante, lo tomo como un estilo de vida constante”.

Con Garvey, González y quienes vinieron del barrio Carlos Gardel termina el cuarto día del Festival Internacional Poesía Ya! 2023, que hasta el momento llevó adelante 21 actividades de poesía, danza, lectura, música y todo lo que está en lo poético, organizadas entre el Centro Cultural Kirchner, el Centro Cultural Borges, el Museo Nacional del Cabildo y la Casa Patria Grande. Quedan todavía cinco días con alrededor de 75 actividades programadas y la participación de artistas invitadxs de diferentes provincias del país y el extranjero, como la poeta y ensayista estadounidense Anne Boyer, ganadora del Pulitzer a la Obra de Ámbito General y No Ficción. Cinco días para acercarse a la poesía y, por qué no, comenzar a escribir, ya que, como dice César González,

“Escribir nos embarca en la realidad.
Salimos a la conquista de lo desconocido.
No se puede volver”.

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