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Giros, un homenaje musical desde la memoria y la esperanza

Música, Música Popular

Como parte del ciclo Discos Esenciales, el músico Gonzalo Aloras y su banda recrearon Giros (1985), de Fito Páez. Por Javiel Fernández Pérez


Como un monumento a la memoria, están ahora sobre el escenario del Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner los instrumentos con los que Fito Páez grabó el disco Giros en 1985, cuando una melena, 22 años y un rostro alargado asistían al nacimiento de un ícono del rock nacional argentino, latinoamericano y mundial.

Desde la pantalla saltan flashazos de esos años; mientras el cantante, pianista y guitarrista Gonzalo Aloras se privilegia de ponchar la máquina de grabación original de la que nació Giros para comenzar este homenaje, en el que lo acompañan Paul Dourge (bajo), Fabián Gallardo (guitarras), Leo Sujatovich y Ernesto Romeo (sintetizadores), Juan Frattari (batería), Lucas Forte (programación y pistas) y Marina Wil (coros).

El público sabe cada tema que viene a continuación, alcanzan gestos y miradas para descifrar melodías ancladas a la voz de una generación que a través de las canciones de Fito recompuso sus días: “11 y 6”, “Giros”, “D.L.G.”, “Cable a tierra” y “Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Esta última quizás la que mejor sintetiza la esencia del concierto del ciclo Discos Esenciales en el Kirchner, música en nombre de la memoria y la esperanza:

Y hablo de países y de esperanzas
hablo por la vida, hablo por la nada
hablo de cambiar esta nuestra casa
de cambiarla, por cambiar nomás.

Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Aloras habla, agradece, se extiende, y alguien del público dice que Fito puede aparecer en cualquier momento. Puede aparecer o no; la emoción trasciende, como sus canciones, su corporalidad.

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